viernes, 20 de agosto de 2010

¿Por qué siempre estas conmigo?

La justa pregunta

La pregunta que llora tu presencia

Como una mentira que grita argumentos correctos

Veo el espejo y te pregunto

A ti fantasma de mil noches vacías

Te pregunto y me contestas mil evasiones directas

Una cama donde nadie duerme

Es tu regalo en el necio amasiato de la culpa

Algún compañero más fiel, menos callado

Es mi sombra centinela del sueño fallido

Hermano bastardo de tu progenie

Las pesadillas que duermen en la cama vacía

Y regresa la pregunta que llora

Que ya sin su nudo manifiesto

Permite a la garganta, su eterna y servil esclava

Que te inquiera a ti fantasma de los demonios sin rostro

Que te grite frente al mismo espejo de la vacuidad

Al espejo que no refleja tu paradójica presencia

¿Tan sola estas ni a ti misma te acompañas?

Si ya tengo a mi esposa la Tristeza

Mi compañera desde antes de nacer

Que en sellado contrato de agua salada y ojos que no ven

Juró estar conmigo hasta que mi mente yazca tranquila

Hasta jugar ajedrez sin el omnipotente Tedio por testigo

Si nos conocimos en aquel puerto a la deriva

Nunca quise caminar sobre el agua contigo

Alfonsina también huyó de ti

Y de tu hermano el Dolor

Con la Tristeza me basta, tu naturaleza sin espacio me estorba

Ingrata Soledad.

Tu compañero, Kaguaman.

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