viernes, 20 de agosto de 2010

Mensaje importante de la Liga de la Kaguama

Una tarde de septiembre, justo cuando celebrábamos los cinco años de que Spiderman no dejaba su desmadre de telarañas en las torres gemelas, empezó tempestivamente una tormenta eléctrica, pero lo extraordinario y aterrador fue que los rayos refulgían dentro del kaguartel provisional, después de unos segundos y algo de humo vimos que algo nuevo había aparecido den el piso, era como una tablilla del grueso de un cartón pero de un extraño color cian, con una franja plateada que la cruzaba a lo largo, parecía una tarjeta American Express, y justo cuando intentamos tocarla apareció un holograma en forma de hipertexto en un español extraño que hubimos de traducir. Después de un minucioso análisis caímos en la cuenta de que era un regalo de nuestros futuros sucesores de la liga de la Kaguama, que después de todo había sobrevivido. El mensaje era claro, una vez traducido, sin embargo, no entendíamos el motivo de tal mensaje, era como si alguien que sabía de nosotros nos hubiera mandado un mensaje sin mucha relevancia sólo para divertirse. Los miembros de aquella liga de la Kaguama del futuro tenían los mismos nombres y parecían actuar igual, pero era evidente que no éramos nosotros. Aun nos invade un ingrato desconcierto que nos exige, a fuerza de que sea importante, esclarecer el motivo del mensaje. A continuación se los transcribo traducido:

“Sucedió después del desastre hiperblástico. Urgía un nuevo régimen de gobierno que no considerara ninguna propuesta de la política clásica ni de la política moderna, aunque, en cierto modo, Kaguaman y su liga de la Kaguama instauraron un gobierno provisional que cuidara de todos los ciudadanos universales, es decir, debían cuidar que no se mataran entre ellos. El gobierno provisional tenía la tarea de instaurar el nuevo gobierno, que, preferentemente favoreciera a la mayoría, para evitar cualquier tipo de violencia civil. Sólo la liga de la Kaguama, conocedora de la naturaleza humana, estaba capacitada para saber qué era lo mejor para todos los ciudadanos universales. La liga sabía, por experiencia histórica, que la participación activa de la población en asuntos de la polis, era una desafortunada contradicción performativa aderezada, además, de una amarga ironía. Y por otro lado, la liga de la Kaguama, aunque estaba cabalmente capacitada, no había sido creada para gobernar, hacerse cargo de un gobierno permanente era desperdiciar el potencial de la liga. Había que pensar en quien poner al frente del gobierno y qué régimen sería el que debía imperar. Tras beber con calma un exquisito mezcalawer cosecha del 2000 y deliberar complicados argumentos la discusión llegaba a este punto:

- No mames Kaguaman, este mezcalawer de 258 años esta poca madre –dijo Kaguaboy.

- A huevo, es mezcal sintético añejado en barricas de titanio puro, lo rescatamos de la antigua fábrica después del desastre… ora pinche pato virtual si no es licuado –contestó Kaguaman.

- Ya no mamen, orita lo importante es establecer qué régimen vamos a instaurar –interpuso Kaguatrón.

- Tiene razón este wey, y precisamente estaba por proponerles algo, y consiste en que dado que históricamente está comprobado que ni la democracia, ni el monopolio comercial politizado funcionan debemos idear uno nuevo o recurrir a uno de los que ya existieron, como el absolutismo, o la monarquía constitucional, o, en todo caso, la república… –dijo Kaguaman.

- No mames ¿y eso qué chingados es? –interrumpió Kaguatrón.

- Son regímenes que funcionaron hace varios siglos, el absolutismo en la edad pos-oscurantista, la monarquía constitucional la edad de la somnolencia, y la república en el gran letargo –espetó Kaguaman.

- No mames Kaguaman, no estés inventando, estamos hablando en serio –dijo Kaguaboy.

- Es en serio cabrón, el pedo es que hace mucho tiempo, unos 150 años para ser exactos, el big monopoly retiró de todo texto educativo cualquier información que implicara del gran letargo para acá, solamente los historiadores especializados de las academias autorizadas conocen las etapas anteriores a nuestra era, y esas etapas las renombraron, porque la gente de ese tiempo le llamaba de otra forma, pero como las conocen los historiadores actuales, son: edad pos-oscurantista, la edad de la somnolencia y el gran letargo –explicó Kaguaman.

- Ay no ma… bueno, esta bien, y no te parece que, suponiendo que hayan existido esas etapas, estaría poco menos que imposible aplicarlas a la metrópolis universal –dijo Kaguatrón.

- Si wey, estas bien pinche anacrónico –reforzó Kaguaboy.

- Aplicar el régimen tan cual sería, como dicen ustedes, imposible, pero qué tal y si sólo copiamos el principio, quiero decir, el principio fundamentador, o sea la idea principal –dijo Kaguaman.

- No mames Kaguaman, en una de esas te la arrancas, qué te hace pensar no sólo que funcionará wey, sino que pueda durar, porque, si el régimen es cosa del pasado quiere decir, que por supuesto no duró lo suficiente –objetó Kaguatrón.

- Si, en eso tienes razón, pero es que el desgaste histórico es indispensable en todo devenir –contestó Kaguaman.

- Nel, el big monopoly se opuso por mucho tiempo a tal desgaste, recuerda el slogan universal: “el régimen más estable, la idea perfecta hecha realidad” –dijo Kaguaboy con cierto candor.

- ¿Entonces por qué crees que estamos intentando poner un nuevo gobierno wey? –preguntó con malicia Kaguaman.

- Pues porque un accidente terminó con todo –contestó Kaguaboy.

- No mames Kaguaboy, aun crees en los reyes del espacio –interjectó Kaguatrón.

- Esta bien , no peleemos, mejor pasen otro pisto y una de esas pastillas soma para ponernos más locos y poder explicarles bien, y esta vez no me interrumpan weyes, cuando termine de decirles me dicen lo que les de la gana, pero no antes, pues bien, el régimen que me parece más adecuado es el del absolutismo de la edad pos-oscurantista, que, según un wey de ese tiempo, tuvo su origen cuando los hombres primitivos, de la edad que ellos llamaban 1500 después de Jesús, estaban en su absoluto estado de naturaleza, desnudos y con ansias asesinas, robándose unos a otros y violando a sus propias mujeres, a sus hijas y hermanas que, cabe mencionar, todas nacían de útero materno, entonces les decía, en la interacción humana nació el lenguaje primitivo de guturalizaciones articuladas, y una buena tarde todos se reunieron para poner fin al estado de guerra permanente que reinaba en ellos y decidieron darle el poder a un solo hombre, que era bajo el cual todos iban a resguardar su seguridad, en ese tiempo el dedo meñique era cortado, secado y depositado en prenda del compromiso que se tenía con la seguridad general, de modo que, cuando los guardias del gran rey agarraban a alguien transgrediendo los acuerdos entonces su dedo era arrojado fuera de los dominios civiles y el dueño del dedo tenía que ir a buscarlo, y ya nunca lo dejaban volver, en fin, lo importante de esto es que debemos relegar la autoridad en una sola persona que mande y vele por la seguridad y bienestar de todos –propuso Kaguaman.

- ¿Puedo hacer una pregunta, más bien tres preguntas? –preguntó Kaguatrón.

- Simón hijo mío –dijo Kaguaman.

- ¿Cómo es eso de que andaban desnudos? ¿No se morían de frío? –preguntó Kaguatrón.

- Se supone que no porque en ese tiempo aun la capa de ozono cubría todo el planeta y no había necesidad de poner los protectores ultradensos que son los que causan el frío extremo ahora –contestó Kaguaman.

- No mames que esos weyes nacían de úteros humanos… –aseveró Kaguatrón con un atisbo de duda.

- Pues se supone que si, y se dice que aun en nuestro tiempo se hacía experimentos secretos en la matter del big monopoly haciendo que humanos fecundaran a otros humanos y luego viendo cómo nacían –afirmó Kaguaman.

- La última pregunta es que ¿a poco esos weyes se quedaban con tres dedos para dar uno como garantía? –preguntó nuevamente Kaguatrón.

- Nel, esos weyes tenían cinco dedos, se han encontrado fósiles uranizados, y eso dice también una de las teorías más aceptadas sobre esa edad, pero eso no es relevante, mejor díganme qué les parece –insistió Kaguaman.

- Pues mira carnal, suena muy pinche loca tu idea y la neta, poco viable, tú mejor que nadie sabe lo difícil que es controlar la naturaleza humana bajo ciertas circunstancias y este caso representa una revuelta civil en menos de 5 años delta –observó Kaguatrón.

- Si, en el sentido politizado, sería una necedad tal régimen, pero qué tal si lo hacemos con otra motivación originaria, un motivo coercitivo al que todos se dobleguen a parte de la violencia, y no hay mejor motivo para ello que el sexo, según un antiguo psicoanalista del la edad del gran letargo lo que en el fondo mueve la conducta humana es el impulso sexual y los vicios en general, y eso parece más que comprobado, entonces, qué tal si le hacemos a todos los habitantes de la metrópolis universal un examen psicométrico y de análisis de vicios gerenciales que permita predecir su conducta y además ponemos a un juez universal que regule, mediante coerción violenta, toda actitud o conducta que tenga que ver con el sexo, es decir, toda actitud o conducta, tenemos los recursos si restauramos y acoplamos la computadora deep blue omnisciente a una persona en especial que sería el juez universal, y mediante los sistemas de comunicación de nano-ondas avisaría de cualquier desperfecto conductual, y los cañones teledirigidos de impulsos correctores coercionarios se castigaría toda conducta inapropiada. Por supuesto habría permisos bajo circunstancias expeditas, es decir, si tus necesidades psicosexuales son cubiertas con tres palos al día se debería proveer al ciudadano de tres palos diarios con el fin de evitar una conducta inapropiada, por supuesto, eso implicaría que tendríamos que poner la casa universal de prostitución institucional donde trabajarían todos los que tienen el vicio del desenfreno sexual, es decir, los garañones y las ninfómanas. Y para todo aquél que esté imposibilitado físicamente para ejercer el sexo plenamente, entonces se le dedicará un programa especial de drogas y alcohol bajo prescripción institucional, de modo que deberíamos fundar la cantina universal que, estaría bajo el mando de un subjuez ¿cómo ven morros? ¿es viable? –preguntó Kaguaman.

- Mmmm, puede ser que no sea viable pero la neta suena bastante bien ¿tu qué opinas Kaguantrón? –preguntó a su vez Kaguaboy.

- Que es una idea poca madre ¿cuándo empezamos? –gritó de alegría Kaguatrón.

- Esto de gobernar no es para nosotros, ya lo sabemos, pero qué les parece si empezamos el año que viene, es decir, tenemos tiempo, vamos a analizar todas las vicisitudes posibles y después en el siguiente año delta empezamos ya bien, mientras chupemos mezcalawer.

El proyecto ya tenía forma, sólo faltaba ponerlo en práctica, pero, después de tan tremendo desastre, nadie tenía ganas de empezar de nuevo, de cualquier modo la historia parecía cíclica, guerra tras guerra, un desastre tras otro, era hora de descansar un poco y beber mezcal.”

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