La premura apremia
Apura el vértigo
De la caída infinita
La velocidad del viento
Y el agua en catarata
Como quien viaja en motocicleta
Como la velocidad del amante precoz
El tic-tac avanza implacable
Con velocidad crecen las canas
Salen arrugas tan rápido como maldiciones
La premura apremia
Quince para las cuatro y es hora de desayunar
Y no habrá tiempo para la cena
Treinta años es mucho tiempo
Para haber pasado tan rápido
Como el agua entre los dedos
Cuando se vierte sobre la charola de la existencia
Encontré un amor, pero ya es tarde para amar
Si la hubiera encontrado dos siglos antes
Muchas palabras en poco tiempo
Dicen poco
Pero cantidad, no calidad pide la premura
Ding dong, la puerta suena al compás
Del omnipresente tic tac
El que llama tiene prisa
Quiere tirar la barrera (la puerta)
Es una mujer, pero yo tengo prisa
La hago pasar y le quito el pantalón
¿Besos? Es tarde, ya no tienes pantalón
Tenemos cinco minutos
¿Acaso no es eterno el absoluto?
No hay que mentir, ni decir la verdad
Es usar palabras de más
Hablemos en silencio mientras producimos
No hay que pensar en matices
Hay que decir si
O no, mientras se saborea el Jamás
Y hay que odiar al Siempre
Ayer nací y hoy ya soy viejo
Pero no es mi culpa
En mi casa siempre hubo relojes
Y jamás faltó el trabajo
He ahí los dos padrinos
De boda de
Se han conocido desde
Y la corrompieron en Suplicio contínuo
El instante se mudó a
A habitar en el absoluto, donde Dios
En el cielo de los helenistas
Los que aman con ideas
Y evitan el colesterol
Aunque tengan prisa
Después de todo, la vida se ha ido
Aunque quede tiempo para el después
Y el porvenir
El futuro de un buen hombre
La prisa del futuro cierto y seguro
La suerte del bondadoso sin tiempo
Para la bondad
Ya es hora
El tiempo se ha acabado
Sólo el egoísta que guardó su tiempo
En el baúl de lo perecedero
Con la etiqueta de inmortal
Ya es hora
Ha terminado su vida
Sin tiempo, sin amor, sin bondad
Y la mía
En unos versos apresurados.
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